Durante el día 26 de abril, se
adelantó el primer encuentro los jóvenes
y estudiantes de Boyacá y Casanare que se encuentran reunidos en la vereda Plan
Brisas del municipio de Aguazul en el departamento de Casanare, lugar donde se
encuentran aproximadamente ocho pozos del complejo petrolero RECETOR y donde se
evidencia una alta presencia militar del Batallón Ramón Nonato Pérez de la
Brigada 16 del ejército colombiano.
Al respecto en entrevista con
Trochando Sin Fronteras Angie Téllez, integrante del Movimiento Juvenil y
Popular QUINUA expreso que: “en el
ejercicio de cartografía social y charlas por grupos de trabajo los jóvenes
identificaron como a través de la historia los ejércitos han garantizado la
explotación y extracción de los recursos naturales y dejado hambre y miseria en
los territorios, desde el ejército español invadió y garantizo la dominación de los
indígenas, o en el siglo XX garantizaban la apropiación de las tierras en pocas
manos”.
Refiriéndose a ese contexto
histórico reciente Angie Téllez indico que los años noventa: “se consolida el proyecto paramilitar, que en
1998 se profundiza con el Plan Colombia, el cual se refiere a una intervención
militar y política y en la actualidad con el plan Espada de Honor del
presidente de Colombia Juan Manuel Santos que da continuidad al militarismo, en
ese sentido hemos identificado el militarismo como un elemento que impide la
autodeterminación de los pueblos, de las personas mismas, de los jóvenes y estudiantes y de los diferentes habitantes
de las regiones, lo que hace que a través de la fuerza se imponga orden y la
disciplina mediante el terror y el miedo”.
De igual manera Angie Téllez se
refirió a instrumentos y herramientas legales que el Estado utiliza garantizar la explotación de los recursos y
últimamente con el TLC “que se fortalece
con un supuesto de Estado Social de Derecho, estos cambios estructurales que se
hacen niegan la responsabilidad que el Estado tiene con sus ciudadanos”
Téllez afirmo que: “La militarización
ocasiona el despojo del territorio y la vida, abusos de poder, violación de los
derechos humanos”.
La dirigente juvenil Angie Téllez
manifestó que el encuentro han identificado dos tipos de militarización: “una institucional y otra para institucional,
la
militarización institucional la observamos mediante el ejército y la policía en
los territorios que generan cordones que cuidan proyectos extractivitas, donde
cuestionamos el termino de fuerza pública, porque si fueran públicos nos
cuidarían y defenderían la soberanía y el mecanismo para institucional para
despojar las tierras, limpiar los territorios de todo aquello que no permite
que los proyectos transnacionales se lleven a cabo”.
Respecto de las afectaciones de
la militarización en los jóvenes y estudiantes Angie Téllez señalo que: “no permite organizarse o liderar, porque
generan persecución o estigmatización, detenciones arbitrarias, falsos
positivos, impunidad” y en esa dirección Téllez presento una campaña
de desmilitarización en la cual adelantaran: “Escuelas de Derechos Humanos, para tener herramientas jurídicas para
exigir sus derechos, establecer redes de comunicación, sistematizar las
denuncias que se presentan en la región”.
De la Asociación Nacional de
Jóvenes y Estudiantes de Colombia participo Juliana Villamizar quien expreso a
Trochando Sin Fronteras que: “se viene desarrollando
un trabajo de consolidación del trabajo juvenil y estudiantil y construcción
del tejido social, a través de una plataforma política y unos ejes de trabajo
como lo son: Derechos Humanos, Comunicación, Formación, Cultura y
Territorio, abanderándonos de unas
reivindicaciones que construyen con los demás sectores que componen la región”.
Se espera que en el transcurso
del encuentro los jóvenes y estudiantes se aborden problemáticas ambientales,
la invasión ideológica y cultural, la educación secundaria y superior,
generando alternativas para construir desde los territorios de acuerdo a sus
realidades y sueños.
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