Con la participación de diversas delegaciones de la zona de Lengupá (Boyacá) y de las Organizaciones Sociales y Populares del Centro Oriente de Colombia, los días 26 y 27 de Septiembre se realizó una peregrinación a fin de traer a la memoria los cientos de víctimas del conflicto social y armado de esta región.
La actividad da inicio el día 26 con la llegada de la delegación de Bogotá, la cual contó con la participación del padre Javier Giraldo, el acompañamiento internacional de la Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia, de las comunidades Claretianas de la capital del país y delegaciones de Suiza.
El primer acto en que participo esta delegación fue el de una tertulia con los habitantes del municipio de Miraflores con el fin de discutir y plantear soluciones a las diversas problemáticas que se viven en la región. En este caso lo que se charló de la manera más fraterna fue el hecho de estar en este lugar y lo que representa el mismo para el país y de igual forma, de la importancia que tiene la recuperación de la memoria colectiva y la posibilidad de concretar un método de investigación que permita recopilar sistematizar y denunciar las diferentes violaciones a los derechos humanos en esta región del país.
Lo que se trató en la tertulia fue posteriormente comentado por el padre Javier Giraldo a través de la emisora local, espacio que se aprovechó para hacer extensiva la invitación a la jornada de peregrinación a realizarse el siguiente día.
El viernes 27 de septiembre la peregrinación dio inicio desde tempranas horas con el desplazamiento de las delegaciones hacia el punto conocido como BuenaVista, entre los municipios de Páez y Berbeo, lugar en el que desde las épocas de la violencia bipartidista los cuerpos de personas con vida o sin ella eran arrojados al río desde un barranco de aproximadamente 200 mts de altura, razón que le daba sentido a la realización de la peregrinación en medio de la carretera en este punto a 45 minutos de Miraflores.
La peregrinación contó con varios actos de memoria entre los que estaban una galería fotográfica con las imágenes, nombres, y hechos por los que pasaron las cientos de víctimas; de igual forma se organizó una exposición de los dibujos elaborados por los niños de la región en escenarios previos a esta actividad. En medio de la carretera y paralelamente a la exposición fue de gran emotividad el oír a los familiares de las diferentes víctimas recordándolos, trayéndolos a la memoria, a lo cual siguió una homilía realizada por el padre Javier Giraldo en mitad de la majestuosa cordillera.
Concluye la peregrinación no sin antes almorzar un delicioso sancocho que daba las energías necesarias para retornar a las regiones sin que nada de lo acá sucedido tuviera espacio para el olvido.
La actividad da inicio el día 26 con la llegada de la delegación de Bogotá, la cual contó con la participación del padre Javier Giraldo, el acompañamiento internacional de la Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia, de las comunidades Claretianas de la capital del país y delegaciones de Suiza.
El primer acto en que participo esta delegación fue el de una tertulia con los habitantes del municipio de Miraflores con el fin de discutir y plantear soluciones a las diversas problemáticas que se viven en la región. En este caso lo que se charló de la manera más fraterna fue el hecho de estar en este lugar y lo que representa el mismo para el país y de igual forma, de la importancia que tiene la recuperación de la memoria colectiva y la posibilidad de concretar un método de investigación que permita recopilar sistematizar y denunciar las diferentes violaciones a los derechos humanos en esta región del país.
Lo que se trató en la tertulia fue posteriormente comentado por el padre Javier Giraldo a través de la emisora local, espacio que se aprovechó para hacer extensiva la invitación a la jornada de peregrinación a realizarse el siguiente día.
El viernes 27 de septiembre la peregrinación dio inicio desde tempranas horas con el desplazamiento de las delegaciones hacia el punto conocido como BuenaVista, entre los municipios de Páez y Berbeo, lugar en el que desde las épocas de la violencia bipartidista los cuerpos de personas con vida o sin ella eran arrojados al río desde un barranco de aproximadamente 200 mts de altura, razón que le daba sentido a la realización de la peregrinación en medio de la carretera en este punto a 45 minutos de Miraflores.
La peregrinación contó con varios actos de memoria entre los que estaban una galería fotográfica con las imágenes, nombres, y hechos por los que pasaron las cientos de víctimas; de igual forma se organizó una exposición de los dibujos elaborados por los niños de la región en escenarios previos a esta actividad. En medio de la carretera y paralelamente a la exposición fue de gran emotividad el oír a los familiares de las diferentes víctimas recordándolos, trayéndolos a la memoria, a lo cual siguió una homilía realizada por el padre Javier Giraldo en mitad de la majestuosa cordillera.
Concluye la peregrinación no sin antes almorzar un delicioso sancocho que daba las energías necesarias para retornar a las regiones sin que nada de lo acá sucedido tuviera espacio para el olvido.
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